– ¡Lo hemos conseguido!
– ¡Y que lo digas! Hemos hecho la ruta completa para llegar al Ojo de Aitzulo porteando un niño!
– ¡Ha sido espectacular! ¡Chócala!
Cuando viajamos nos gusta poder combinar visitas culturales con excursiones y rutas por la naturaleza. Así lo hicimos durante nuestra escapada a Navarra donde aprovechamos para realizar la ruta de la Cascada del Xorroxin.
En una visita al País Vasco aprovechamos para hacer la ruta completa Ojo de Aitzulo. Los paisajes, las vistas, nos parecieron espectaculares. Pero llegar al Ojo de Aitzulo y contemplar ese orificio en la montaña nos dejó totalmente boquiabiertos.
Contenido
Ruta Ojo de Aitzulo
Dónde aparcar para llegar al Ojo de Aitzulo
La ruta para llegar al Ojo de Aitzulo empieza en el limitado aparcamiento que hay en las inmediaciones de la iglesia del diminuto pueblo de Araotz. De camino, por la carretera, podemos contemplar a lo lejos el orificio en la roca.
Recomendamos ir temprano, pero ¡que no cuna el pánico!, también puedes encontrar bastantes plazas libres en los aparcamientos que hay habilitados de camino a Araotz.
Ruta circular o ruta lineal
Para llegar al Ojo de Aitzulo, en Gipuzkoa, tienes dos opciones: la ruta circular o la ruta lineal. La ruta circular son 8,71km sin ninguna dificultad técnica. ¡Pero los primeros kilómetros de ascensión son bastante duros y pesados! La ruta lineal son poco más de 4km ida y vuelta con menos desnivel.
El inicio es compartido: desde el parking, mirando a la iglesia, tiramos por el camino de la izquierda. El camino de tierra desciende hasta una calzada asfaltada con una bifurcación donde has de decidir qué ruta seguirás para llegar al Ojo de Aitzulo.
Con buen ojo podrás encontrar las marcas de color blanco y amarillo que indican el camino corto a seguir. Continúa por las afueras del pueblo y pasa por una fuente. Nosotros no lo vimos claro, así que te dejamos aquí el punto exacto de inicio de la ruta corta del Ojo de Aitzulo y una foto con el desvío.
La otra opción es tomar la carretera asfaltada que asciende a tu izquierda con mucha pendiente. Poco apoco subiremos hasta la cima Orkatzategi con vistas espectaculares a los montes Anboto y Udalitz. De esta manera haremos la ruta circular del Ojo de Aitzulo.
Ruta circular del Ojo de Aitzulo
¡No tiene pérdida! Cogemos la carretera asfaltada y empezamos a subir. La pendiente es muy pronunciada y, aunque sencilla, es bastante dura. Subimos durante aproximadamente 3 kilómetros sin apenas marcas o señalización pero el propio sentido común te dice que tienes que subir.
Después de la subida llegamos a una explanada con alguna sombra para resguardarse en los días de calor y hacer un alto en el camino. Aquí encontramos un poste que señala el camino para llegar al Ojo de Aitzulo. Igualmente, es bastante intuitivo porque el terreno está pisado y marcado por personas que antes que nosotros han acudido a este lugar atraídos por la belleza de esa formación rocosa.
A partir de este tramo la ruta apenas tiene dificultad, prácticamente es llano o descenso. ¡Empieza lo bueno! Acompañados por un paisaje maravilloso, cruzaremos un pequeño puente colgante y continuaremos por la ladera de un riachuelo custodiado por un conducto de grandes dimensiones.
Continuamos por ese camino hasta llegar a un embalse / pequeña presa donde hay cuatro escalones de cemento que nos permiten seguir adelante. ¡Siempre hacia adelante! ¡Ya estamos cerca!
Habremos alcanzado una enorme explanada llana y solo deberemos descender por el camino marcado por el paso de personas. No hay pérdida ninguna, es por donde deben ir todos aquellos que quieran llegar al Ojo de Aitzulo. Aquí el terreno se vuelve algo más irregular pero sin a penas dificultad.
De cara al Ojo de Aitzulo habremos llegado por el camino de la izquierda por lo que a nuestra derecha (mirando de frente al Ojo) veremos un camino que nos conducirá de vuelta al aparcamiento. Esta es la ruta directa (corta) para llegar. Tan solo deberemos seguirlo cuesta abajo y habremos llegado a la pista asfaltada del inicio donde te comentamos que podías elegir un camino u otro.
¡Que comience la aventura!